Las propiedades del limón son muy variadas y permiten utilizar este fruto de múltiples formas para la salud y el bienestar. Blanquea la piel y regula el sebo, perfuma el ambiente, refresca y limpia la boca.
Se dice que el limón es de origen asiático y que fue introducido fue introducido por los árabes en el área mediterránea entre los años 1000 a 1200. Este maravilloso fruto tiene múltiples usos para la salud y el bienestar.
Descripción botánica: árbol cítrico perenne, de tronco leñoso muy ramificado. Las hojas son grandes, coriáceas, ovaladas, aromáticas, de color verde brillante y con una espina que les nace en la base. Las flores (azahares), muy perfumadas, son de color rosa antes de abrirse y blancas cuando se abren del todo, tienen 5 pétalos. El limón, su fruto, es un hesperidio de cáscara gruesa y rugosa, verde y que al madurar que se vuelve amarilla. El limonero puede tener varias floraciones al año, por lo que puede presentar flores y frutos a la vez.
Partes utilizadas y principios activos: el limón contiene ácido cítrico, vitaminas B y C, potasio, hierro y calcio. Se emplea el zumo extraído de su pulpa para beber o para aplicación tópica. La cáscara se utiliza en infusiones y para obtener, por destilación o por presión en frío, el aceite esencial. El aceite tiene como componentes: limoneno, pineno, citral, citronelal, terpinol, canfeno, felandreno, cumarinas, flavonoides, Vitamina C, carotenoides, mucílagos, oxalato cálcico. Abundante pectina, azúcares, ácidos cítrico, málico.
Acción farmacológica: antiséptico, bactericida, antioxidante, cicatrizante, antirreumático, digestivo, astringente, blanqueador, insecticida. El aceite esencial actúa como regulador energético y promueve la concentración.
Utilización: es una fruta que tiene múltiples utilidades gastronómicas, cosméticas, de limpieza y curativas. Debido a sus propiedades antibacterianas y antivíricas se lo recomienda para ciertas afecciones de las vías respiratorias, así como para procesos febriles; para algunas inflamaciones de la garganta, afonía y amigdalitis. También en gingivitis y úlceras bucales. Por estimular las secreciones biliares y ayudar a metabolizar las grasas es aconsejado para problemas de hígado y vesícula biliar; ayuda a combatir la dispepsia y el estreñimiento. Beber zumo de limón regularmente puede ayudar a aliviar problemas reumáticos, ya que disuelve las toxinas y los cristales que causan la gota. El zumo de limón es beneficioso para la circulación y el corazón, debido a su elevado nivel de potasio. Además reduce la presión sanguínea y la fragilidad de los capilares.
En cuanto a sus propiedades aromáticas, el limón resulta un excelente administrador energético, permite focalizar la mente, limitando las distracciones y mejorando el rendimiento intelectual.
Presentación y posología: se emplea el fruto fresco, la cáscara fresca o deshidratada; el aceite esencial puro forma parte de numerosas formulaciones en productos de limpieza, cosmética y perfumería.
Problemas digestivos: preparar un té verde con cáscara de limón alivia malestares estomacales.
Gargarismos: como antiséptico, diluir en agua tibia el zumo de un limón o 2 gotas de aceite esencial.
Refrescante bucal: masticar las cáscaras de limón refresca y limpia la boca.
Dolor de cabeza: colocar unas gotas de aceite esencial en un ánfora.
Aromatizador ambiental: pulverizar el ambiente con un preparado que contenga aceite esencial de limón o verter 5 gotas del aceite en el hornillo.
Concentración: verter unas gotas en el hornillo para perfumar el ambiente y crear un espacio de concentración para el trabajo o el estudio.
Cosmética: para blanquear la piel y para regular el sebo en pieles grasas, agregar unas gotas de aceite a la crema habitual o preparar una mascarilla de arcilla blanca o de harina de arroz con 3 gotas del aceite esencial.
Precauciones:
Utilizar siempre el aceite esencial diluido.
No exponer al sol el área tratada. El aceite esencial de limón es fotosensible y puede irritar y manchar la piel.
No utilizar tópicamente por más de tres semanas.
El aceite esencial no debe usarse durante el embarazo y lactancia ni administrar a niños menores de seis años.
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