El acné es una afección cutánea frecuente. Implica alrededor del 80% de la población en algún momento de su vida. Si bien puede darse a cualquier edad, principalmente ocurre en la adolescencia, con más tendencia en los varones.
El acné vulgar es una inflamación del folículo pilosebáceo, de origen multifactorial y polimórfico (es decir, con distintos tipos de lesiones). Las causas pueden ser hereditarias, hormonales, ambientales, emocionales, alimentarias o cosméticas.
Principalmente ocurre en la adolescencia (14 a 19 años) e involuciona espontáneamente entre los 20 y 25 años. Los varones tienen mayor tendencia a desarrollar acné que las mujeres, y de tipos más severos, pero en las mujeres puede darse que persista hasta los 30 años o más.
El acné comienza con la hiperproliferación de los queratinocitos y su aglomeración. Si bien se desconoce el estímulo que desencadena este proceso, los especialistas lo atribuyen a factores como la estimulación androgénica, la disminución del ácido linoleico y el aumento de la actividad de la interleucina.
Veamos en forma esquemática las etapas de desarrollo:
- Alteración del canal pilosebáceo con hipercornificación anómala (aumento de los queratinocitos y mayor cohesión entre ellos)
- Formación de un tapón de queratina (comedón)
- Acumulación de sebo dentro del folículo debida al tapón de queratina
- Modificación de la flora bacteriana del folículo pilosebáceo con proliferación del propionibacterium acnes que produce lipasas y proteasas que cambian la calidad del sebo y que disuelven la pared del conducto
- Dilatación del conducto pilosebáceo por acumulación de queratinocitos, sebo y bacterias
- Filtrado a dermis del contenido del folículo e inicio de respuesta inmunológica con la llegada de leucocitos y macrófagos
- Aparición de lesiones inflamatorias como pápulas, pústulas, tubérculos, nódulos y abscesos.
Las lesiones se localizan en las zonas cutáneas donde hay más cantidad de folículos pilosebáceos: cara, espalda alta y centro del tórax, y se clasifican según su estadio. El acné vulgar se divide en 3 estadios de desarrollo:
- No inflamatorio. Lesiones: comedón cerrado y comedón abierto («espinillas» o «puntos negros»)
- Inflamatorio. Lesiones: pápula, pústula superficial, pústula profunda, nódulo, quiste, absceso
- Residual: esta etapa se da con más frecuencia en tipos de acnés severos. Lesiones: mácula rosada, cicatriz atrófica, cicatriz hipertrófica
Tratamiento para el acné
Como ya hemos visto en la definición del acné, éste es de remisión espontánea, sin embargo muchas veces sentimos necesario realizar un tratamiento, más aún en los acnés severos (inflamatorios). El tratamiento será según el tipo y grado de lesiones.
En líneas generales los objetivos a nivel físico consisten en corregir el patrón alterado de la queratinización folicular, disminuir la actividad de las glándulas sebáceas, disminuir la población bacteriana y ejercer un efecto antiinflamatorio.
Los tratamientos más divulgados son los alopáticos, con la prescripción de fármacos por vía tópica y/u oral según el grado de acné. Se recetan antibióticos, agentes antibacterianos (ej: peróxido de benzoilo), agentes como resorcinol o azufre, retinoides (ej: isotetrinoína), terapia hormonal… También se proponen la eliminación quirúrgica de los quistes, rellenos de cicatrices, láser… De todos modos yo me voy a extender más en otro tipo de propuestas como las medicinas «alternativas» y los tratamientos cosmetológicos.
En el gabinete cosmetológico se tratará localmente la piel acnéica enfatizando:
- Higiene: es importante mantener la superficie cutánea limpia (sin alterar el ph) desobstruyendo los ostium (poros) y removiendo el sebo acumulado. Esto se logra con productos de limpieza, con exfoliaciones químicas (peelings con ácidos como el glicólico o el salicílico) y mecánicas (cremas exfoliantes, microdermoabrasión), que la profesional escogerá según las características de la piel y las lesiones presentes. También se harán extracciones de los comedones.
- Corrección: se aplicarán activos que promuevan la descongestión, la cicatrización y la absorción del exceso de sebo. También es imprescindible el uso de protector solar.
En líneas generales se puede decir que las medicinas o terapias alternativas utilizan plantas medicinales y sus activos, minerales y oligoelementos para alcanzar la curación. También, muchas de ellas, conjuntamente utilizan sus propias técnicas, como la acupuntura (medicina china), masaje abhyanga y puntos marmas (medicina ayurvédica)… Entendiendo que este tipo de terapias tratan a cada persona en particular, comprendiendo que sus síntomas son el resultado de desequilibrio entre su cuerpo y su mente, podemos deducir que el tratamiento para el acné variará según cada paciente; sin embargo podemos precisar algunas plantas y sustancias que se utilizan comúnmente para su tratamiento.
La Homeopatía, por ejemplo, en caso de acné comedoniano puede prescribir selenium, thuya, natrum muriaticum. Para el acné pápulo-pustuloso se vale de staphylococcinum, eugenia jambosa y sulfur iodatum. Si el acné es pustuloso- tuberoso se utiliza kalium bromatum y tuberculinum residuum; cuando hay cicatrices rojo violáceas el antimonium tartaricum y en cicatrices queloides el graphites.
También son útiles el uso de plantas medicinales para aplicar en forma de lavados, compresas o infusiones. El aceite esencial de tea tree oil colocado sobre las lesiones es muy recomendable por su acción antiséptica contra bacterias y hongos. Según estudios es altamente efectivo contra el estafilococo aureus. El aloe vera también tiene propiedades antibacterianas y además es un buen astringente (absorbe el sebo). Se puede utilizar topicando el gel en la zona afectada y también ingerir su zumo para lograr un efecto depurativo y regulador del organismo. La corteza de la mahonia alivia las inflamaciones, regula la producción de sebo y destruye bacterias. Se puede hacer una decocción o utilizar la tintura madre en una solución al 10% y aplicar compresas.
Desde la Naturopatía, el cambio de hábitos alimentarios es una de las acciones necesarias para facilitar el proceso de acné en la piel. Por ejemplo, ten presente incorporar en tu dieta alimentos con azufre, manganeso y cobre (para todo tipo de acné); cobre, oro y plata (para acné severo); manganeso, cobre, zinc (para cicatrizaciones); vitaminas A y E para un buen funcionamiento de la piel. También se recomiendan los ayunos y las dietas depurativas.
Por último, y sabiendo que sólo he realizado una breve reseña, te recomiendo buscar en las Flores de Bach aquellas que puedan equilibrar la emociones que se manifiesten durante el proceso del acné. Puedes usar crab apple como depurativa, star of bethlehem para favorecer la cicatrización o por ejemplo si sientes que te encuentras impaciente recurre a impatiens.
Bibliografía:
– Dermatología clínica, C. Ferrándiz, Editorial Elsevier
– Dermatologia en medicina general, Volumen 2, Thomas B. Fitzpatrick, Editorial
– Diccionario homeopático de urgencia, Louis Pommier, Editorial Paidotribo
– http://www.medspain.com/n7_nov99/acne1.htm
– Remedios florales de Bach – Repertorio de síntomas y observaciones clínicas, Raúl Pérez, Editorial Indigo
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El acné y su tratamiento por Andrea Saracco se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-CompartirIgual 3.0 Unported.