La hidroterapia consiste en utilizar el agua con fines terapéuticos: limpiar el cuerpo interna y externamente, mantener o restaurar el estado de salud, vigorizar o sedar el organismo y obtener sensación de bienestar. Existen múltiples métodos de baño: de limpieza, baño caliente, baño frío, baño de contraste, baño de asiento, baños compuestos (con hierbas medicinales), baños minerales, baños con fricción, duchas, saunas, pediluvios, compresas… Hoy te contaré sobre los beneficios del baño frío.
El baño frío resulta un excelente vigorizante. Cuando la piel entra en contacto con el agua fría se contrae creando un efecto de masaje corporal, los vasos sanguíneos superficiales reducen su calibre, se aceleran la circulación sanguínea y la frecuencia cardíaca y la piel queda pálida. Posteriormente los vasos se dilatan trayendo calor al cuerpo, la piel se enrojece, las frecuencias cardíacas y respiratorias disminuyen, sobreviene la relajación muscular. Esta activación circulatoria permite que lleguen a los tejidos nutrientes, incluido el oxígeno, y que se eliminen impurezas.
Los beneficios que trae esta terapia son:
- energiza físicamente
- tonifica los músculos y el tejido cutáneo
- reduce inflamaciones
- previene enfermedades infecciosas
- estimula la circulación
El baño frío es recomendable para quienes se encuentran sanos y activos, pudiendo resultar de efectos negativos para personas enfermizas o de complexión débil, o para niños y ancianos. Nunca tomes un baño frío cuando tu cuerpo está fatigado, cuando se encuentra frío o inmediatamente después de haber hecho ejercicio.
Si no estás acostumbrada a tomar baños fríos deberás habituarte a la molestia que causa el primer contacto del cuerpo con el agua. Este choque hace que la sangre se retire desde la periferia hacia el interior y el cuerpo se enfríe súbitamente trayendo, al salir del baño, una reacción corporal de subida de temperatura. Correctamente aplicada, esta modalidad no «roba» calor al cuerpo sino que mantiene y estimula su calor natural. Es importante descartar la idea de que el agua debe estar muy fría para lograr resultados positivos. Debes adaptar la temperatura del baño a tus condiciones fisiológicas, es decir, a tu fuerza vital; cuanto mayor sea tu vitalidad más fría te gustará el agua. Para algunas personas será suficiente el agua naturalmente fresca. Todo baño de agua con temperatura inferior a los 37º se considera baño frío.
Este es un baño de corta duración: basta un minuto para que sea efectivo. Entras decididamente sumergiéndote en la tina o colocándote bajo la ducha. Al salir te frotas con la toalla y esperas la reacción de calor que no debe tardar en sobrevenir. Prefiere las mañanas, cuando te levantas y antes de desayunar para tomar tu baño de agua fría.
¿Qué dices? ¿Te animas a incorporar a tus cuidados un baño de agua fría? Puedes hacerlo diariamente o una o dos veces a la semana.
Bibliografía:
– Sistema Hindú Yogui de la cura por el agua, Yogui Ramacharaka, Editorial Kier.
– Método de hidroterapia ó mi cura de agua, Sebastián Kneipp, Editorial Maxtor.
Hidroterapia: el baño de agua fría por Andrea Saracco se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-CompartirIgual 3.0 Unported.